¿Por qué se ha perdido la fe?
- seminaristas 4.0
- 16 nov 2019
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 18 nov 2019
Hoy en día nadie piensa en hacerse cura. O casi nadie. En comparación con el pasado, antes los jóvenes entraban en un seminario porque allí les daban un techo y de comer (a parte de unos estudios). A día de hoy, los jóvenes tienen de todo: consolas, móviles, redes sociales, etc.
Pero, ¿cuál ha sido la causa por la que esta tendencia haya ido disminuyendo?
Como hemos dicho antes, hace 80 años la sociedad española pasó por una Guerra Civil, la cual causó muchas muertes y una gran pobreza. Los jóvenes decidían entrar en los seminarios para ser curas, porque allí sabían que tendrían para comer, dormir e incluso poder estudiar (en este caso, estudios eclesiásticos).

Esa realidad es muy diferente a la actual, y esa disminución empezó a partir del año 1968, con la revolución juvenil y los cambios sociales
“Antes de 1968 por lo menos 50 personas cada año entraban en un seminario, hoy en día las solicitudes son mucho menos”, palabras del seminarista italiano Mateo.
"El problema no es que falten seminaristas, sino que Dios es cada vez más el gran desconocido de la contemporaneidad"
Muchos de los seminaristas de hoy en día creen que el hecho de que no haya seminaristas es consecuencia de que si no se impregna la fe desde las familias, es mucho más difícil que un joven quiera emprender el camino de la fe. Además, debemos tener en cuenta que la cuestión de tener o no la fe y el nivel de ello, depende del país en el que nos encontremos. Es decir, si te vas a los países africanos, allí la gente es muy creyente. En cambio, Occidente (en general) es mucho más laico.
"El hombre occidental es mucho más soberbio y autosuficiente. Lo tiene todo, se lo pasa bien y no necesita a Dios para seguir viviendo"
Teniendo en cuenta que los valores que se inculcaban antiguamente no son los mismos que se enseñan ahora, los jóvenes no suelen tener la idea de Dios en la cabeza. Nuestros abuelos vivieron en una sociedad eclesiástica, donde se iba a misa todos los domingos, y se hacían todos los procesos para llegar a ser un buen cristiano: bautizo, comunión, confirmación y matrimonio por el rito cristiano. ¿Hoy? ¡Ni hablar!
"La Iglesia no tiene ningún tipo de intención proselitista"
En la actualidad, la sociedad ve a la Iglesia como un ente anticuado y negativo y no cree en ella. Pero para los creyentes, la Iglesia no tiene ninguna intención de que la gente la aplauda y la acepte porque sí de primeras. Para ellos tiene sencillamente la intención de llevar el amor de Dios a los hombres.
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