¿Los seminaristas se masturban?

¿Qué se conoce de los seminaristas en cuanto al sexo? Es la típica duda que te viene a la cabeza cuando te hablan de alguien relacionado con el mundo de la religión. Es como que el sexo y la religión no pueden ir de la mano; es tabú. Pero todos sabemos que hay un hilo muy fino entre la castidad y los instintos, que a veces nos llaman.

Para un seminarista, el tema del sexo ni siquiera se le pasa por la cabeza. O se supone… Desde el momento que entran en un seminario deben hacerse a la idea de que ya no podrán tener nunca relaciones, ni novia, ni casarse. Deben vivir en castidad, para poder ser generosos con los demás.

"En los tiempos en los que estoy en castidad, he sido mucho más feliz. Cuando tú no estás siendo egoísta contigo mismo, puedes ser generoso con los demás”.

Pablo, seminarista del Redemptoris Mater de Castellón

Pero también existe la opción de curas que están casados. Existe. Aunque dentro de la propia Iglesia crea controversia ese tema. ¿Es compatible? ¿Puedes dedicar tu vida a tu familia y a divulgar la palabra de Dios?

Los sacerdotes ortodoxos, anglicanos y protestantes pueden casarse o permanecer célibes. En cambio, en la Iglesia católica, el celibato es obligatorio, es decir una conditio sine qua non para poder ser cura. En España se conoce que hay un total de unos 6000 curas casados. Muchos se preguntan por qué se empeña la Iglesia católica en seguir manteniendo la ley del celibato obligatorio. Para Pablo, el ser célibe en tu vida religiosa como cura es una tradición. Un seguir con lo originario, viviendo la fe, siguiendo la tradición oral que se ha dicho siempre. Para él, el no ser célibe:

“Sería un poco no seguir con esta concordancia. Creo que es desviarse de la concordancia que puede parecer que no es coherente, pero tiene una coherencia que no se ve”.

Pero seamos realistas. Todos tenemos sentimientos, instintos (más o menos primarios), sensaciones… Están ahí, y más cuando eres joven y entras en un seminario con 19 años, por ejemplo. Por más que quieras, por muchos seminarios o llamadas de fe que se te crucen por delante, a veces es difícil reprimirlos.

Nosotros nos atrevimos a preguntar lo que todos se preguntan a la hora de hablar de los seminaristas. ¿Se masturban?

En definitiva, su sexualidad es igual que la nuestra. Como pone en unas líneas arriba, tienen instintos, sensaciones, sentimientos… que se convierten en impulsos que muchas veces no se pueden frenar. Aunque en su gran mayoría del tiempo que viven allí en el seminario, viven en celibato, siguen siendo jóvenes de 18, 22, 24 años… Y eso se traduce en que sí, les cuesta vivir en castidad. Y así nos lo dijo Pablo:

“Si tienes la idea de que todos los que vivimos aquí, somos unos santos, ya te la quito yo”.